30 de octubre de 2007

ENCUENTRO EN EL MERCADO

Eli salió de la estación del metro esa mañana con paso cansino. Había sido una noche complicada. Una de sus compañeras había llamado para decir que estaba enferma y no habían podido encontrar una sustituta, por lo que le había tocado a ella hacerse cargo de sus habitaciones. Prácticamente no había parado en toda la noche.

Por un momento, pensó en irse directamente a casa, en lugar de acercarse al mercado a comprar las cuatro cosas que tenía pendientes desde hacía días, pero enseguida recordó las palabras de Alvaro del día anterior, recriminándole el raquítico estado de la nevera, y desechó la idea.

En la puerta del Mercado se encontró con Beth. Hacía tiempo que no la veía y le sorprendió su aspecto. Siempre había admirado su buen gusto y cómo era capaz de resaltar una espléndida figura con unas prendas sencillas y nada espectaculares. Pero aquella mañana parecía otra; desaliñada, sin maquillar, realmente parecía otra. Nada que ver con la Beth que conocía. Pensó incluso en acceder al mercado simulando que no la había visto, pero en ese momento, Beth se giró, la vio y esbozó una ligera sonrisa.
- “Hola Eli, bon dia!”
- “Hola Beth, ¡cuánto tiempo sin verte! ¿Cómo estás?”
En un rápido gesto, juntaron sus mejillas en un amistoso beso.

Entraron juntas en el mercado y al llegar al puesto de Andrés, cogieron sus números de turno del dispensador, mientras Beth le ponía al tanto de sus últimas aventuras, y del lío que tenía en casa, con la llegada de Frankie y J.T., finalizando su relato con un
- “Así que puedes imaginarte el follón; porque me da a mí que estos dos están acostumbrados a que se lo den todo hecho… Me han dicho que es cuestión de quince días, pero no me fío un pelo. Sólo me faltaba eso”.
Eli escuchaba atentamente mientras observaba de reojo el pescado del puesto y anotaba mentalmente los artículos que iba a encargar. No hicieron caso de los comentarios de Angel que anunciaba a sus clientes a voces que su puesto era el mejor del mercado, porque, además de tener el mejor pescado, tenía a las clientes más guapas del barrio, -y al decir esto último, dedicaba un guiño a las dos amigas-.

Al finalizar su compra, esperó a que Beth hiciese la suya y salieron juntas del mercado. Beth le preguntó por Alvaro y por el chico ese nuevo que había ido a la casa
- “Angel me dijiste que se llamaba, ¿no? ¿Qué tal es?”
- ”Huy, es majísimo. Es muy “suyo” y no da muchas explicaciones, pero me parece un tío fantástico. Aunque no me lo ha dicho, tengo la impresión de que acaba de salir de una historia con alguien y está un pelín “depre”, pero puedes hablar con él de cualquier cosa y tiene las cosas bastante claras. Nos llevamos muy bien”
- “¿Y Alvaro? ¿Qué dice?”
- “¿Alvaro? Nada, mujer, qué va a decir… Además, tiene muy buen rollo con él también. Y es que en realidad no hay nada, Beth, aunque no te digo que en otras circunstancias…”
- “Ya, pero por lo que dices, todo puede ocurrir, ¿no?
- “Calla, calla, mujer… ¡qué cosas dices! Pues solamente me faltaba complicarme la vida con dos hombres en la misma casa. ¿Tú crees que estoy loca? Sí que es verdad que con Angel hay días que nos pasamos horas dándole a la “sin hueso”, pero sin más; además me da a mí que en estos momentos no está para enrollarse…”
- “Bueno, Eli; ya me tendrás al corriente, eh? Y a ver si quedamos un día y me lo presentas…”
- “Cuando quieras, Beth. Y ya me contarás qué tal te va con tus primos “invasores”
- “Sí, ya te contaré. ¡Hale, cuídate!
- Adéu
- Adéu

Eli se despidió de Beth con un beso y emprendió el camino hacia casa con la bolsa del pescado. Iba pensando en las palabras de Beth y qué había podido decir o qué cara había podido poner al hablar de Angel para que Beth dijese aquello. Intentó ser sincera consigo misma y admitir que Angel le gustaba. Sí; le gustaba… y mucho. Pero estaba Alvaro y, aunque su relación ya no era lo que había sido en el pasado, por nada del mundo iba a provocar una situación de difícil salida para todos.

29 de octubre de 2007

ANGEL, ELI Y LOS OTROS

Tenía que hacerlo, sí. Sentado en el sofá, sosteniendo en su mano el mando a distancia, mientras pulsaba el botón que le llevaba por las diferentes páginas del teletexto, Angel tomó la decisión en ese instante. Y en ese preciso momento sintió que algo parecía removerse en el interior de su pecho.

Era su vida y, simplemente, se había cansado de vivirla. ¿Qué sentido tenía continuar? A él nadie le había pedido permiso para ponerle ahí, en medio de esa vorágine de intereses que le sobrepasaban. Y en cualquier caso, alguien tendría que haberle hecho de otra manera, o quizás, haberle puesto en otro mundo diferente.

La cuestión era cómo hacerlo. Tenía que pensar en buscar una fórmula lo más discreta posible, y, mientras tanto, debía mantener una actitud normal, sin llamar la atención a sus compañeros.

Le preocupaba Eli. Entre todos cuantos compartían la vieja casona de Gracia que ocupaba el grupo, era ella a quien sentía más cerca, la que se mostraba más interesada en hablar con él, en preguntarle cómo estaba, en ofrecerle su compañía.

Eli había ido a vivir a la casa unas pocas semanas más tarde que él. Y rápidamente, sin quererlo, entre ambos había nacido una relación de complicidad que les llevaba con frecuencia a mantener largas conversaciones sobre música, cine, libros… y esos momentos eran lo mejor que le había pasado desde su ruptura con Yolanda, hacía apenas tres meses.

En muchos de esos momentos había pensado que algo estaba pasando entre los dos; que había demasiadas coincidencias entre ellos, a la hora de mostrar sus gustos y preferencias, que aquello podía conducirles a una situación que posiblemente le resultase difícil de sobrellevar, sobre todo teniendo en cuenta la aparente relación de Eli con Alvaro, otro compañero de la casa.

Le vino el recuerdo de aquella tarde de Agosto en que estaba solo, escuchando “Puente sobre aguas turbulentas” de Simon y Garfunkel en su viejo tocadiscos. En ese momento entró Eli y se quedó en la puerta, mirándole. Nunca supo el tiempo que había permanecido allí, en silencio, pero cuando acabó la canción, oyó a Eli decir: “¡No me lo puedo creer! ¿De dónde has sacado ese disco?” Angel apenas pudo decir que se lo había regalado su hermano, y Eli comenzó a hablar a toda velocidad diciendo que era su canción favorita, que uno de los primeros ejercicios que se había auto-impuesto cuando empezó a estudiar inglés fue traducir su letra y que no se podía imaginar que Angel lo tuviese.

Después de aquella tarde, habían compartido muchas otras y casi siempre, a la hora en que Eli debía marchar hacia su trabajo en una Residencia de ancianos, casi siempre de noche, le pedía a Angel que pusiese el disco, para escucharlo una o dos veces, antes de salir de casa tarareando el estribillo de la canción.

Angel se preguntó si debía hablar a Eli de su decisión, pero rápidamente llegó a la conclusión de que no debía hacerlo, que eso sería crearle un compromiso sin sentido, así que apagó la televisión y conectó la radio para escuchar el programa del Club de las Noches en Vela, que esa tarde tenía previsto ofrecer una entrevista a Colin Mac Gregor, de Apple, sobre los nuevos ordenadores Macintosh que estaban a punto de lanzar al mercado…

Tras escuchar la entrevista, que le reafirmó en su positiva opinión acerca de los Mac, algo sobre lo que tantas veces había discutido con Yolanda, salió de casa a dar una vuelta y comprar un par de pizzas para la cena, tal como había quedado con Alvaro por la mañana.

Cuando la familia se pelea unida...

-Se puede saber que hacéis instalándoos en mi casa!

Beth acaba de subir corriendo las escaleras y entre bufidos intenta recuperar el aire... y su mundo.
En el comedor de su casa estan sus dos primos: Frankie y J.T. abriendo cajas y desembalando todo tipo de equipos electrónicos. El portazo y el sonido de tacones clavándose, tan solo les había hecho levantar la vista de sus cacharros para mirar a una Elisabeth muy... pero que muy enfadada. El primero en hablar es J.T.:

-Hey, “BFeta” com anem?!* en catalán: Hey, “Bfeta” ,qué tal va?

-
Pero chica que te pasa, estas ahogándote, no hacía falta subir corriendo, esto esta controlado. Claro que he tenido que apartar tu mesita auxiliar para no romperla con mi Babito.- replica Frankie señalando hacia un teclado profesional.


-Queréis explicarme que pasa aquí? Qué son esos bultos del taxi y que se supone que hace un piano en mi casa!!!! Francesc, me vas a decir ahora mismo que significa todo esto o...!!!!-Grita Beth acercándose al gemelo que más a mano tiene con la bolsa de la compra en alto.

-Eh, eeehhh, se puede saber que te ocurre a ti. Kike M. me dijo que estabas conforme a que nos podíamos quedarnos en tu casa por unas semanas hasta tener nuestro apartamento listo.- Contesta este escudándose la cabeza con los brazos.

-Ostras el taxi, olvide ayudar a Lidia a quitar los paquetes de la vaca!- exclama J.T. saltando por encima de una caja y saliendo pitando escaleras abajo, mientras gritaba para toda la comunidad –¡¡¡Luego vuelvo para seguir con la conversación!!!!

Beth se sienta en el butacón que tenie al lado de la mesita rompiendo a llorar.

-Quién es ese KiKe M. Y esa tal Lidia....snif... llevo tiempo sin saber de vosotros y ahora invadís mi casa con vuestros trastos y historias... no podías ir a otro sitio y dejarme en paz...

Frankie se acerca y le acaricia el pelo.

-Beth, lo siento... Por lo que veo, todo esto ha sido un malentendido, pero te juro que si no fuera por que tu padre nos dijo que no te importaría que viniésemos no le hubiéramos pedido a Kike M. que te pidiera permiso... y ahora no estaríamos aquí.

Frankie acaba sentadose en el brazo del butacón y mece la cabeza de Beth sin dejar de acariciarle el pelo, mientras sigue con su relato.

- Verás: Lidia es la taxista. No te lo vas a creer, pero nuestra furgoneta se averió justo en el Nus de la Trinitat, cuando J.T. ya estaba a punto de pegarle un golpe al radiador con su guitarra eléctrica ha aparecido ella en su flamante corcel... bueno en su taxi. Al parecer, es una de las pocas fan que tenemos en Barcelona, incluso tiene nuestro disco.


Al vernos a reconocido el logo pintado en la furgoneta y nos ha echado un cable... de gratis. Pero nosotros a cambio le hemos ofrecido nuestra ayuda para anunciar su nuevo taller para
taxis. Es buena gente y...

-Basta! -Beth le aparta el brazo y mira fijamente a los ojos a Frankie-Puede que os hubiera permitido venir aquí si hubieses avisado, pero aquí no ha venido ese tal Kike y mi padre no me ha avisado.- sus ojos se vuelven a llenar de lágrimas- ¡¿Y qué tal, avisarme vosotros directamente?! ¡Tenéis mi numero de teléfono y me parece que mi e-mail esta bien apuntado en los vuestros! ¡Siempre pasa lo mismo! ¡Os metéis en mi vida sin avisar y sin pedir permiso!

En ese momento, J.T. llega con un montón de paquetes secundado por Lidia, que captando la situación dice:

-Esto... el resto de equipaje esta en el rellano del primero, daos prisa o alguien puede tropezar y caerse. Yo me voy... el taxi esta en mal sitio y en este barrio la grúa es como Dios: omnipresente. Ya os llamo. Chao.

-Veo que sabes explicarte como siempre Frankie. Ahora Beth esta llorando.

-Yo no he sido, al parecer no sabe quién es KiKe.- Le replica este a su hermano mientras le pasa un pañuelo de papel a Beth.

-Normal, eres estupido!. Si le dices Kike no se entera, dile el nombre de verdad de ese tío y a lo mejor así sabrá de quién estamos hablando.- J.T. se acerca más los otros dos, hasta apoyarse en un silla que hay enfrente del butacon-Mira, Beth ese tío es el abogado que se encarga de la herencia de tío Leandro, su nombre es Enrique Mestres Gubart, le pedimos que te avisará de nuestra llegada la semana pasada para saber si podíamos quedarnos unos quince días contigo. Después, este y yo nos trasladaremos al apartamento que hay en el ático de la emisora, así que tu tranq...

En ese momento Elisabeth se levanta como un relámpago y mira a ambos hermanos alternando unas facciones entre sorprendida y asustada.

-La radio?!... vais a vivir en ese sitio, pero si esta abandonado!

-Beth! ¡Estás a dos calles y no has visto nada de las obras! Tu padre no te ha contado lo nuestro con la herencia de tío Leandro?- pregunta incrédulo J.T.

-Lo tuyo si que es fuerte! Su padre dijo que teníamos que contárselo nosotros poco a poco y con delicadeza. Tienes el don de ser tan delicado como hacer un tacto rectal con un estropajo!-Contesta Frankie a su gemelo.
-Y tu eres tan tonto que pretendías que supiera quién es Kike M. Cuando resulta que solo se lo decimos delante de él para fastidiarle! Beth no es idiota como tú! Creí que estando cerca de su casa habría visto el trajín de las obras y hubiera deducido por si misma lo que ocurría! Einstein que eres un Franki Einstein!

- Y tú eres imbécil, J.T.! No me provoques, por que tu tenias que enviar un e-mail a abogado y por lo que veo no lo hiciste!

-Si lo hice! Se lo mande el viernes pasado para informarle que veníamos el día 2 de septiembre a las 10:00 de la mañana! Ximple*! *Idem: Tonto!

-Ah, si! Enséñame tu PDA para verlo, listo!

-Trágatela!-Grita J.T. abriendo uno de los bolsillos de su chaleco y mostrando su PDA, en donde busca el e-mail- Aquí lo ves: “llegamos día 12. Avisa a Beth con diez días de adelanto y confírmanoslo para hacer el traslado. J.T.” Lo ves tio, listo como lo he escrito y enviado, aqui lo dice bien claro día...."

Silencio.

Entonces Beth se pone a reír. Es una risa entre histérica y la de alguien que siente su impotencia ante la derrota.

Los dos hermanos se la miran sin moverse.Casi asustados sin saber a que atenerse.

-Maldita sea J.T.!¡Hoy es 2 como siempre tu enormes dedos no se fijan en pulsar las teclas con cuidado!

Se acerca a los dos hermanos petrificados por la sorpresa, hasta abrazarlos y llorar de nuevo.
Los siameses le responden abrazándola también.

-Lo siento, lo siento!¡Han sido unos meses muy duros! Os he echado de menos! Estáis en vuestra casa!

26 de octubre de 2007

Una cal y otra...también!

Mercado Municipal de L'Abaceria Central de Gràcia (Bcn), 06:45 A.M. del 02 de Septiembre de 2007

A Beth le encantaba ir muy temprano a la compra. Después de tantos años yendo al mercado de L'Abaceria Central, ya era una más de la familia.
De hecho era tal su popularidad que ya tenia su mote: la ”Heidi” del Pirineo. Aunque no le agradaba eso de tener un apodo, y nadie se lo decía a la cara, en el fondo sabía que era una muestra más del cariño que le procesaban la mayoría de la gente del mercado.

“-Al menos-pensaba Beth- este sobrenombre es dulce y de buen “rollo”, no como algunos que hay por ahí: el “Cagón”, “Ojo pocho”, "Perro flaco", "el Dolcet de Nab...”.

Mientras iba haciendo repaso mental de la lista y saludando a cada paso a todos aquellos que la recibían con un “Buenos Día, nena, reina, guapa, chata, etc.”, Beth se topo con Andrés, el pescatero.

-Bon Día, Elisabeth. Has sigut bona minyona?*


-Todo lo que he podido.


-Aburrida! Así no haremos nada de provecho contigo. Ay, chica si me dejará y tu quisieras...


-Andrés, no pienso ir de fiesta contigo este sábado; Ya sabes que tengo que trabajar hasta tarde y tú deberías ir con cuidado. Eso de dormir poco, a la larga te va a pasar factura.


-Ya dormiré cuando me metan al horno y me pasen al pote de Cola-cao, pero ahora hay que disfrutar de la vida. Y más alguien como tú. Por lo que tengo entendido nunca sales de casa salvo para ir a trabajar o para estudiar... eso no es vida mi niña. Anímate a venir ni que sea un día conmigo, solo como amigos a bailar. Te lo juro!

La cara de la chica se enrojecía a marchas forzadas a cada palabra de Andrés. Este iba desgranando su discursito, al parecer,sin notar que efecto estaba causando.
Infeliz de él, porque Beth había decidido que ese sábado iría con él a bailar.
Pero al descubrir esta, que el pescadero basaba su oferta en la información sacada de las chácharas de corrillos, un sentimiento de rabia e impotencia se fue apoderando de ella. Cuando dijo lo de solo como amigos, Beth ya no escuchaba, de hecho estaba contando mentalmente para no perder el control y no abofetearle.
Por suerte, Andrés poco a poco se dio cuenta de que se había metido en problemas, y así desvío su mirada desde los ojos de Beth hasta fijarlos en el suelo.
Fue mejor aún que el ego de la muchacha aceptará ese gesto como una disculpa; casí como si aceptará que había derrotado el ego de Andrés.
Y así, con el control retomado, la réplica se transmitió en un tono seguro y frío como la hoja de una navaja helada sobre el cogote del chico, erizándole todos los pelos y dejándole la piel de pollo:


-Mira Andrés, te agradezco que te preocupes por mí, pero es mi vida. Me gusta como soy y no necesito salir por ahí para sentirme bien con lo que opineis los demás.y te aseguro que conseguir mejores habladurías de tus clientas no es uno de mis objetivos. Así que por favor te ruego que la próxima vez que hagas caso a rumores, plantéate si se dice algo que te pueda hacer daño. Y ahora si me disculpas tengo que hacer un par de recados más.
Buenos Días.


-Yo... no quería ofenderte, lo... lo siento es que... yo solo...

Andrés se habría quedado de pie paralizado con una caja de hielo en las manos todo el día, si no fuera por que el resto de los tenderos se empezaron a reír y aplaudir como si estuvieran disfrutando de una obra de teatro. Por supuesto una obra interactiva, porque iban añadiendo frases al guión:

-¡Eso es cortar en frío y no lo de tu sierra para atunes, nen!- Dijo el Sr. Gómez, el de los ultramarinos.

-Muchacho si todo lo haces igual de bien, entiendo que te quedes “helado” a la primera negativa.- Le soltó Dolores la de la verdulería.

Con unas “amables” palabras encaradas a describir cierto acto fisiológico sobre la base de los ascendentes de todos los presentes, Andrés recuperó cierta movilidad para ser productivo en la venta de pescado. Aunque en el tema social, aquel día se comento que el “guapo” de Andrés había probado lo que era la hipotermia en caliente, y por eso estaba frío con la clientela.


07:30 A.M.


Después de aquello Beth paseo una rato para intentar subir su humor por encima de la altura de los pies,justo en el portal de su casa, había un taxi parado. Este estaba cargado con un montón de paquetes. Incluso colgados de la vaca. Era raro... los taxistas no solían cargar con tanto paquete.
La taxista no parecía muy molesta por tener que lidiar con los pulpos y el cordel usado para atar bien los bultos. Al contrario, tenia una sonrisa a flor de labios e iba tarareando la melodía que sonaba en la radio; esta era de tipo electrónica con fondo rítmico de maquina comercial... le era muy familiar esa clase de música, pero por que?
Entre los paquetes había muchos etiquetados como “MUY FRÁGIL” y la mayoría de estos contenían artefactos electrónicos.

Una mudanza. Quién se habría ido del edificio? Y quién venia con esos cacharros hi-tech?

En su inmueble solo eran cuatro vecinos, Era la típica casa urbana de dos plantas: la baja en donde vivía la señora Elvira Pérez, la del primero el señor Amadeo Reus y Doña Raimunda Gibrell, Sra.de Reus y la segunda planta donde estaba su piso y que tenia la pequeña terraza comunitaria en usufructo debido a la edad avanzada del resto de la comunidad.

Cuando abrió la puerta oyó unos gritos y ruidos de dos personas cargando algo muy pesado por las escaleras. Como típica casa de Gracia, no había ascensor ni espacio para albergar alguno en un futuro próximo; Además, la escalera era estrecha y empinada.


-“De hecho- se acordó Beth- Para poder subir la lavadora hasta mi piso se tuvo que improvisar una polea aprovechando la vigueta original que se usó para subir los material cuando se construía la casa, allá por el 1899.Menuda bronca me pego el transportista... Pero quién esta subiendo tantas cosas a casa de los señores Reus?”.

En ese momento hizo aparición Doña Elvira, mujer de 94 años pero con una lucidez impresionante y una sagacidad propia de Sherlock Holmes:

-Hola, Elisa.
-Hola, avia* Elvira. Que es ese jaleo de paquetes. Los Reus se cambian de mobiliario? O van a celebrar algo? Por que he visto algo de músicos por ahí.
-Creí que ellos eran de tu familia.
-Ellos?

-Sí, ellos. Esos muchachos dicen ser familiares tuyos y me pidieron el favor de indicarles en donde debían dejar los trastos hasta que llegarás tú. Son muy educados pero visten muy raro y tienen unos nombres que no deben ser de aquí, porque me ha parecido que se llamaban entre ellos Broter o algo así. Luego, el que parece una escoba andante ha dicho que para aprovechar el tiempo, subirían lo mas pesado hasta tu piso y que así no llenarían de trastos la entrada y no causarían molestias. Pero el otro calvo que parece que tenga una cola de gato grapada en el cogote, le ha contestado que era mejor consultarte antes.-Cierra los ojos e intenta poner voz grave-" Así podemos subir primero el acuario que llegará el martes."
-Que aquario? ¿El martes?¿Pero quién...?
-Eso sí, seguro que son hermanos porque son parecidos. Te encuentras bien mi niña, te veo mala cara, es que no ha ido bien en el restaurante? Otra vez ese jefe tuyo?

Beth estaba fuera de juego. Que hacían esos dos allí? ¿Si es que eran ellos?
-Qué? No, no... Es que no me esperaba esta visita y dice que son gemelos?
-Ahora que lo dices...- Doña Elvira se pasa mano por el pómulo y cierra los ojos- Si no fuera por los pelos de uno y la falta de ellos en el otro...-Se rasca el mentón- y que el fregona lleva un pendiente en la ceja, pero el pelado lo lleva en la lengua... Sí. Diría que son gemelos.
-Y con esa pinta no se ha asustado?
-Si me los hubiera encontrado de noche en el portal me hubiera muerto allí mismo, pero como primero los he visto de espaldas, hablando cortésmente con la taxista...-Señala hacía la calle a la vez que sonríe- Pues he pensado que eran un par de turistas que venían a la casa contigua que se alquila por días. Hasta que se han girado...
-Y entonces...
-Entonces, muy educadamente me han preguntado si este era el 12. al confirmarles que si han sacado un juego de llaves propio. Luego me han ayudado a entrar la compra: ¡Incluso me lo han guardado todo en su sitio! Son muy majos, lástima de ropa y peinado. Si es que... Esto de tener que ser ayudada...- Se muerde el labio inferior- Pero es que cada día me cuesta más subir el saco de patatas al armario.
-Es que eso no lo puede hacer usted sola, avia* que se lo tengo dicho que se puede lastimar!
-Ay, hija! Creo que tienes razón: Empiezo a estar vieja, cualquier día me tendré que encerrar en un cementerio de elefantes de esos. Aunque te tengo que corregir, por que si eso es una visita, va a ser muuuuy larga.
-Como lo sabe, avia?
-Entre ellos se comentaban si cambiar el color de su habitación ahora o cuando venga la Navidad. Bueno mi niña, te dejo que hay un programa descargándose y tengo que desfragmentar el disco duro. Ah! Y dales la bienvenida a los dos nuevos vecinos de mi parte.

1-Catalán original: Buenos días. Has sido una niñita buena?
2-Ídem: Avia= Abuela.

23 de octubre de 2007

Feliz Cumpleaños

En Can Tarrés, a las afueras de La Vall dels Xarnerons 07:58 A.M. del 17 de octubre de 1997.

Era absurdo. A pesar de lo ocurrido, que él hubiera roto una de sus promesas, para ella eso era lo más doloroso de toda la situación. Absurdo y estúpido. Podía verle por el espejo de su tocador, apoyado encima la mesa de su escritorio.
Estaba pálido y sus ojos estaban llorosos; En ellos se reflejaba el miedo a perderla que su voz intentaba disimular.

-Cariño... te... te prometí que jamás entraría sin llamar o sin tu invitación. También te dije que no abusaría de mi autoridad pe... pero creo que debo romper las normas para... poder hablar contigo. Escucha... ehem...

-¿Me odias?

-¿Qué?

-¿Qué si me odias?

Una mano conocida le acaricia el pelo. Él se había acercado hasta sentarse en el borde de la cama. A ella siempre le había gustado notar esa muestra de cariño cuando le daba el beso de buenas noches. Sus ojos eran dos mares desbordados. Se estaba desquiciando.¿Qué sucedía si le decía que ya no la quería?

-Nooo! ¡Por Dios!¡Eso nunca!

-A pesar de lo que he hecho?
Silencio.
Un denso silencio llenaba toda la habitación. La muchacha estaba tendida en la cama en posición fetal abrazada a un enorme San Bernardo de peluche; un regalo de su decimooctavo aniversario. De eso apenas hacía una semana... ¡Una semana! ¿Cómo puede cambiar tanto la vida de la gente en siete días? ¿O en unos segundos? Si pudiera borrar de su vida aquellos malditos cinco segundos las cosas aún estarían bien.

-Barrufeta meva* siempre serás mi hija y te querré hagas lo que hagas... lo que ha pasado... es muy difícil de aceptar, pero...

-He hecho algo horrible y tú me quieres aún. Pero me podrás perdonar? -Mi niña... el ser humano es el único animal que se cree racional y ajeno a sus impulsos más primitivos. Pero continua siendo un animal. Te has dejado llevar por el instinto, azuzado por lo que te enseñe... es culpa mía, cariño. Si tu madre hubiera estado con nosotros no hubiera permitido que te educará de este modo. Te he defraudado y eso es lo que más me duele... por mucho que haga, te he fallado como padre y yo... Su padre la estaba abrazando y llorando.

-Papá... solo alguien tan bueno podía culparse de los pecados de sus hijos. He sido yo la que me he dejado llevar por las circunstancias y no he sabido actuar correctamente. Te quiero, papá. Perdóname tú a mí por haberte causado tantos problemas y ser una mala hija.

-Tú no eres una mala hija, solo ha sido un error... muy grave, pero todo saldrá bien. He llamado a tu primo Aleix y viene para acá directo desde Barcelona. Es el mejor.

-Aleix va aceptarme como cliente?

-Sí. Cariño, debemos bajar. Ahora quiero que te limpies la cara y que la mantengas bien alta. Recuerda lo que siempre te digo: “Pits i collons,nina!”** - su cara se ilumina con ternura-Tú madre siempre decía que era mejor su versión fina, recuerdas?

-Sí. A ella no le hacía ninguna gracia que lo dijeras así y entonces ponía su cara de falso enfado y te recriminaba: “ ¡Jaume, per l’amor de Déu! No diguis aixó. Nena, el teu pare vol dir: “Orgull i coratge”***.

-La echo de menos.

-Yo también papá.

-Preparada?

Su padre le recoge un bucle de pelo detrás de la oreja. Esta sonriendo, como si se fuera a pasear y no a enfrentarse con la realidad. Ella también le sonríe.

-Sí.

-Esa es mi Barrufeta. Vamos.

Le da un beso y ella le acaricia el mentón. “¿Pobre papá, quién cuidará de ti?”- piensa ella, mientras se incorpora para salir de su cuarto. Los dos bajan desde la buhardilla donde esta la habitación de la chica hasta la entrada de la masia. Ante la puerta se encuentran cuatro policías locales y su tío Antonio.

-Elisabeth Tárres Xarneres, tiene que venir a comisaría para tomarle declaración. Acompáñenos.

* en catalán significa: Pitufina mía.
** idem:“Pecho y cojones, muñeca”
*** idem: ¡Jaime por el amor de Dios! No digas eso, niña, tu padre quiere decir: “Orgullo y coraje.”

Prólogo: El diario de un abogado

Extracto del Diario Personal de Enrique Mestres Gubart, abogado y socio de Escullers & Escullers & Escullers & Mestres.

Barcelona 01 de septiembre de 2007. 01:50 A.M.

Hace ocho meses que el notario nos notifico (a los cuatro socios del bufete), quienes eran los herederos universales de Don Leandro Expósito Ferrugosa, gran prohombre y multimillonario excéntrico. (Y el mejor cliente que tenemos... teníamos)
Ocho meses para pasar de ser Don Enrique Mestres, socio de uno de los más importantes bufetes de abogados de la Ciudad Condal... A ser llamado Kike M., la niñera de aquellos dos mentecatos. Esos dos ciber-cabreros son ahora mis únicos clientes.
Tengo por seguro que todo el mundo se ríe a mis espaldas.(Sobretodo Quiscanillas, ese relamido...)

Idiotas.
Nadie, excepto los socios, sabe de mis verdaderas intenciones. Pero si sale bien...
Ese par de paletos serán ricos. Asquerosamente ricos.(Y de paso un servidooor...)

Claro que hay las condiciones del testamento para recibir la herencia, a saber:

1-Que la vieja emisora propiedad del finado vuelva a estar en el aire.
Para ello no se reparará en gastos. Pero sin pasarse de un tope del 2% de la fortuna.(¡Sigue siendo mucha pasta!€€€€€€€ :-D)

2-Los herederos contaran solo de su ingenio para lograrlo, pues no se puede contratar a grandes estrellas de la comunicación, ni periodistas,”... ni nadie que oliera a profesional de la radio u otro medio de comunicación...”. Solo gente de la calle. ...”Excepto el equipo técnico necesario para el funcionamiento de la estación de radio”... (viejo loco).

3-En un año, a partir de la inauguración, la Radio tiene que estar entre las tres primeras de toda la ciudad. Y en dos, en el numero uno.

-Siempre será un socio del bufete de abogados quién supervisará que no se les vaya la mano (De ahí mi problema de ser el socio novel)

Pero, porque un bufete de esa categoría debemos hacer de canguro de dos nuevos ricos? (Mejor dicho de aspirantes a ser ricos)

Pues por que a parte de la minuta a abonar, si ese par de villanos consigue tal proeza como se indica en el testamento escrito en puño y letra de ese loco, como compensación a “... aquellas molestias provocadas por mí ultima locura: les sería entregada al bufete, la mitad de mi fortuna...”

Eso quiere decir que si ayudo a mis “amados” clientes, ese 50% de la herencia ira a la cuenta de beneficios de su bufete, e indirectamente a mi una parte como socio(If I was a rich man,lalalalala...:-D). Pero si no se logra, la herencia será para unos parientes lejanos del viejo que no dejaran ni un céntimo a cuenta; por que su abogado cual buitre ya había logrado un documento del muerto para que así fuera, en caso de problemas.(Ya me encargaré que así sea... Judas! ¡Eso no lo hace ni un mal colega! Al menos la minuta se respeta será Cab...ón!)

Ocho meses hace que fuí a informarlos a ese pueblo de montaña perdido donde San Pancracio perdió la boina (dos picos más para allá). La Vall de Xarnerons, un municipio a caballo entre Cataluña y Andorra, en medio de los Pirineos. (Dos casas mal puestas con una ermita, y aún gracias)
Esos dos cafres eran curiosamente, los encargados de Radio Xarnereres, la radio local.
Son un par de freakies que combinan lo malo del campo y lo peor de los urbanitas.

Francisco Tárres Llamborda y Javier Tárres Llamborda, hermanos gemelos e hijos de la querida sobrina de Don Leandro: Doña Meritxell Llamborda i Ferrugosa
Se hacen llamar Frank Tro y J.T. Llamp. (Como si no fuera bastante claro que son un tormento* para mí).

¡Dios mío! Que ocho meses, han parecido ocho siglos, pero aún me queda lo peor: poner en marcha la radio... y que ese par vengan a Barcelona para tomar el control de la misma.

Se habían acordado que yo, Enrique Mestres, (Kike M. para ese par de cabreros), contrataría al personal para realizar las obras de rehabilitación del edificio así como de la instalación del mejor equipo del mundo para estaciones de radio.

Cuando todo estuviera listo, ellos cerrarían su emisora del pueblo y se instalarían en casa de su prima Beth.

Hoy es: Todo esta listo. (Mierdaaaaa!).

Elisabeth hace años que vive en una casa cercana a la emisora. Fue un regalo del tío Leandro, cuando esta cumplió los dieciocho años.(Fue generoso en vida ese viejo loco, eh?)

Ya solo me queda un cabo suelto: Ir a informar del cambio de vida que va a tener Elisabeth Tárres Xarneres de 30 años de edad, porque va a compartir casa. Y problemas. (Pobre chica... y pobre de mí)

En fin, me voy a la cama que mañana tengo que ganarme a esa chica para que me ayude con los dos cafres de sus primos, que llegarán en una semana. Buenas noches.

E. Mestres.


P.D.: Por que una radio? Y no una cartera de inversiones... viejo loco y estúpido. E.M.

* Tro y Llamp en catalán significan respectivamente: Trueno y Rayo o Relámpago. (nota de Blackjoker).