18 de enero de 2008

Los secretos del conserje

Lukas contemplaba la recepción donde habría de pasar tantas horas en adelante. Si no fuera por la capa de polvo y las herramientas tiradas por todas partes apenas se notaría que habían pasado tantos años. No podía evitar acordarse de Erminio, el conserje que había cuando entró por primera vez en aquella emisora, tantos años atrás. Ahora ocuparía su garita y, lo realmente importante, su cuarto.

Erminio se encargaba de todo en la radio. Desde la recepción de las visitas hasta las chapuzas eléctricas. Debía estar disponible a todas horas y, por eso, vivía en un cuartucho justo al lado de su garita. Lukas recordaba la primera vez que Erminio le mostró sus dominios. Era un cuarto minúsculo que ocupaba casi por completo un catre cuyos muelles atravesaban el colchón, la ropa y cualquier parte del cuerpo que se recostara en él. Lo había comprobado varias veces ya que fue allí precisamente donde tuvo sus primeros escarceos amorosos. Erminio le dejaba la habitación cuando estaba haciendo recados o alguna chapucilla y él podía revolcarse tranquilamente con la secretaria del director, la sobrina del locutor de continuidad, la panadera de la esquina, la hija del locutor de continuidad, la florista del barrio, la esposa del locutor de continuidad... Aquel locutor erea una mina. Pero más lo era Erminio.

Enseguida se dio cuenta de la valía de aquel joven recadero y lo convirtió en su protegido. Lukas le echaba una mano en las chapuzas, repartía el correo, salía a comprar cuando se necesitaba algo con urgencia.., y siempre se las arreglaba para facilitarle las cosas a Erminio. Éste, a su vez, se ocupó de que Lukas fuera ascendiendo en la emisora. Nadie parecía darse cuenta de que existía, pero Erminio tenía mucho más poder del que se podía imaginar. Erminio tenía información. Lo sabía todo de todos, y utilizaba esa información con tal discreción que nadie notaba su mano tras las decisiones más importantes. Fue Erminio quien logró que despidieran al locutor de continuidad cuando estaba a punto de descubrir quién había dejado embarazada a su hija.., y a su sobrina. Y fue Erminio quien consiguió que no cuajara ninguno de sus sustitutos hasta que le ofrecieron el puesto, también con la ayuda de Erminio, al propio Lukas.

Y el secreto del éxito de Erminio, además de su discreción (y su enorme mala leche, por qué no decirle) se escondía en aquel cuarto en que pasaba las pocas horas de descanso. Lukas tardó unos meses en ganarse la confianza total de Erminio y sólo entonces empezó a descubrirle sus trucos. Las labores de mantenimiento le daban acceso a todo el edificio, incluida la red de pasadizos de servicio a los que sólo se podía acceder desde su cuarto. Un cuarto que Lukas se había encargado de proteger lo máximo posible de los paletas, logrando que renunciaran a su intención de rehacerlo por completo y se limitaran a repintar las paredes y barnizar el suelo de madera.

La idea original de los nuevos dueños era convertir aquel cuarto en un pequeño almacén. Ni se les había pasado por la cabeza que nadie quisiera vivir allí. Pero mientras negociaba su incorporación Lukas convenció al administrador o lo que fuera el hombre que lo atendió de la importancia de conservar aquel cuarto. Por un poquito más al mes, él mismo se encargaría del mantenimiento del edificio que llevaría a cabo algunas noches a la semana, para no molestar en las horas de más movimiento. Además podía ser útil si lo necesitaban durante las emisiones nocturnas. Lukas se guardó mucho de decir que dormiría allí todas las noches, fines de semana incluidos, porque no tenía otro sitio donde ir. Y así logró un alojamiento gratuito.

Lukas entró en su nuevo hogar. Habían puesto una cama nueva, cambiado las estanterías y sustituído el viejo armario por un mueble bajo sobre el que reposaba un televisor de 14 pulgadas y un equipo de música compacto. Él había pedido sólo una radio, pero el arquitecto dijo que así quedaba mejor. Era igual. Lo importante es que no habían tocado la salida del tubo de ventilación. Aquella rejilla móvil escondía una de las claves de su plan. Allí desenvocaban todos los tubos de ventilación que, tras años de un "cuidado mantenimiento", permitían escuchar con bastante claridad todo lo que se decía en el estudio principal y, lo más importante, en el despacho del director.

Seguramente haría falta mover unas cuantas rejillas para que el sistema funcionara bien, pero ahora no era lo que más impacientaba a Lukas. Se dirigió a la cama y la movió unos centímetros. Junto a la cabecera, en el lado de la pared, altunas tablas del suelo estaban sueltas. Erminio le había enseñado lo que ocultaba en ese hueco: algunas grabaciones de lo que escuchaba por la salida de ventilación que le habían permitido chantajear a más de un redactor molesto y, lo más importante, discos que había ido sustrayendo con el paso de los años y que en el mercado de coleccionistas debían valer una pequeña fortuna. Erminio había muerto atropellado bastantes años atrás. ¿Seguiría allí su valiosa colección?

5 comentarios:

Juan Manuel dijo...

Bueno, bueno, bueno... Por fin volviste, Dalr!
Ya tocaba, eh?
Pues nada, a ver qué pasa con esas grabaciones...

Yo voy bastante liado estos días, así que tardaré un poco en volver...

Un abrazo,

Norma dijo...

Menudo elemento, este Lukas, desperdigando hijos por el mundo con esa alegría....

tsk, tsk!!!

:P

Blackjoker dijo...

Darl eres un crack. Este personaje es sublimente exquisito.Besos a todos.Bj.

dalr dijo...

Tú a tu ritmo, JM, que ya ves que los demás tampoco es que nos estemos estresando mucho, jejeje.

Norma, Lukas te diría que sin prueba de ADN no hay certeza de que los niños sean suyos. Bueno. A lo mejor lo cuenta él mismo otro día.

BJ, así como el que no quiere la cosa ya tenemos a Lukas encaminado a tu trama. A ver qué sale de aquí...

Harkelia dijo...

Bueno,bueno. Os dejo unos dias y la cosa avanza a pasos de gigante... me encanta. Darl, es genial.Este post ha abierto miles de posibilidades con los presuntos hijos de Lukas, el atropello del conserge, el alijo de discos, etc. Con este material hay mucho "morbo". A ver si alguien se anima a liarla más. Estoy como Juan Manuel, liadilla con el "curro", pero prometo ponerme las pilas e intentar ser puntual con mi próximo post. Nos vemos.