30 de diciembre de 2007

Duelo y lágrimas (II)


-Pero chicos! ¿Que os ha pasado? ¿Dónde esta la moto? ¿Y el otro casco?

Beth esta en la entrada al camino de la masía de su familia peleándose con el capó de la furgoneta de sus primos, cuando estos aparecen desde la carretera que lleva al pueblo. Para sorpresa de Beth lo hacen a pie.
Frankie lleva la correa de recambio en una mano, un casco de moto en la otra y el labio partido.
J.T. tampoco viene indemne, su ojo izquierdo esta hinchado y de tono un morado oscuro. También anda cojeando. Al hablar con Beth, su voz suena como la de alguien que intenta pedir disculpas por interrumpir el buen ambiente.

-No te preocupes... la moto esta en el taller de Pau... unos retoques... y estará lista el lunes...

-¿El lunes? ¿Retoques? !!!Pero que es esto, los dos estáis hechos cisco y la moto en el taller!!!

Con un tono de niño acusica J.T. dice:

-Frankie insiste que no debía haberme desviado y yo le dije que no era verdad por que es un inútil.- J.T. se acerca a su hermano. Este a su vez, levanta su casco como si estuviera usandolo de cártel indicador.

-Y lo eres!! ¡¡Te dije que para llegar a la gasolinera no fueras por el camino rural, que ya estaba cerrado por obras!!! ¡¡Pero, tu noooo!... Tenías que ir tanto si como no!!!

-Ya, pero no dijiste nada de que el “cerrado” significa una zanja enorme para hacer las nuevas canalizaciones del colector del pueblo!!!- Frankie empuja a su hermano y este le responde quitándole el casco de las manos y lanzándolo al otro lado de la carretera.

-¡¡¡Por eso estaba cerrada, cabeza hueca!!! ¡¡¡Que se podría matar una mula a golpes de higos maduros antes de que entiendas algo de lo que se te dice!!! ¡¡Memo!!

Se empiezan a empujar uno al otro como crios. Sus rostros se enrojecen, J.T. lanza su contraataque como una metralleta:

-En tu caso, el tiempo en que tardaría una golondrina en erosionar una esfera de titanio del tamaño de Júpiter con el roce de sus alas, solo sería una millonésima parte del necesario para que tú puedas discernir un comentario mío!!!¡¡Capullo!!!

-Basta.- una voz fría y calmada se eleva casi como si fuera un susurro amplificado-Cambiareis la correa de la furgoneta, luego la aparcareis en el granero. Y ahora mismo yo me voy a buscar mi bolso para ir a casa de Tío Antonio.- J.T. abre la boca para decir algo...- Y no. No podéis acompañarme. Iré con el jeep de papá.

Beth se aleja con los ojos llorosos. Cuando lleva unos pocos pasos se gira y les grita en su voz normal:

-Inútiles!!.- Beth se da la vuelta y empieza a correr en dirección a la casa.

Después del funeral de su querido tío solo quería tranquilidad. Pero sus primos... Siempre tenían que sacarla de sus casillas por una de sus estupideces.

Piensa en todo lo ocurrido desde que recibió la llamada de su padre.
La vuelta al pueblo después de tantos años. Ese temor a la gente del lugar... a su fama de... ¡Ya vale! Por suerte, su tío Antonio la había protegido siempre. Hasta hoy. Ahora no estaba para hacerlo.

Ella era consciente que al volver, habría que hacer frente a las miradas y a los susurros desaprobadores. Gente que antaño era sus vecinos, sus amigos, su mundo, eran ahora unos extraños hostiles y con lenguas de víbora.

Cuando entra en el granero para sacar el jeep y aparcarlo en la puerta principal, sus primos aprovechan para deponer su actitud. J.T. le pasa un caramelo a Frankie.

-Sabes que a pesar del “numerito” nos va a descubrir. No es tonta.

-Cierto. Pero era mejor ganar tiempo. Estoy harto que esa gente la odie y la insulte. Además, no creo que Beth hable con nadie del pueblo para “ Fer Safareig”*. *en catalán: "Chafadear"

-Esa “gente” son tus amigos de infancia.- Frankie mira entre las entrañas del motor para intentar desmontar el alternador. Pero al fin intenta meter la correa directamente.

-Ya no. Alguien que no sabe ver la verdad de entre los rumores y que tiene prejuicios prefabricados no es mi amiga.- J.T. se muerde la lengua.- Ni de Beth.

-¡Bien dicho!- Frankie saca un pañuelo de su bolsillo y se limpia la mano llena de grasa.- Solo espero que Pau no la pifie y se deje la moto a la vista. Debe estar “reparada” el lunes, pero no antes. Por cierto, buen gancho de derecha le has dado al Llorenç. Lástima que te han dando antes a ti con tu propio casco. Te duele?

-El orgullo duele más.-
J.T. se pasa la mano por el chichón de su cogote.-Si Antonio estuviera aquí, nadie hubiera empezado una pelea por Beth.

J.T. esta al borde del llanto contenido, en su lugar grita con rabia:

- Maldita sea!! Este pueblo de locos nunca entenderán nada de esto. Solo con la amenaza de Tío Antonio se logró que Beth tuviera tiempo para poderse ir de este agujero sin sufrir sus insultos.

Le pega una patada a una piedra que sale disparada.

-Aún así, tuvo que aguantar sus miradas y cuchicheos.

-Estoy harto que siempre allá donde vayamos, la gente nos mire mal. Sobretodo los de la “Colla del Llorenç” que le han faltado al respeto a Beth.- los puños de J.T. se tensan hasta que sus nudillos blanquean.- Cab... ones!!!

J.T.! Cállate que Beth se esta acercando con el jeep y puede que pare.

-Y qué?

-Que puede oírte! Tú disimula
.

El jeep pasa como una centella y en él hay una Beth bañada en lágrimas. Ni tan siquiera se fija en la “escena” de sus dos primos “discutiendo” por como se debía poner la correa. Al llegar a la curva, el vehículo la toma con tal fuerza que parece que se vaya a doblar en dos como si fuera un dibujo animado.

-Es mejor irse ya a casa de Antonio para echar sus cenizas al pinar. Además hay que acompañar a Beth cuando vuelva a casa. Estará destrozada.

-Ojála este cacharro arranque a la primera. Con esa velocidad no la alcanzaremos ni en un millón de años.

Frankie sube al asiento del conductor. A su vez, J.T. cierra el capó y se sube en la parte de atrás para recoger una mochila. Cuando la tiene en su poder, se traslada hasta sentarse en el asiento de detrás de su hermano.
Al girar la llave el motor ruge, para después ronronear como un gatito enorme y tuberculoso.

-Vamos allá!- Frankie pone primera y el embrague clama al cielo con un llanto su derecho a jubilarse.
La furgoneta se pone en marcha.
Dentro de la mochila hay un sobre muy voluminoso. J.T. lo saca fuera y lo levanta para que Frankie lo vea; Este lo observa a través del retrovisor con los ojos húmedos.

-¿Porqué crees que tío Jaume nos ha dado esto,precisamente hoy?¿ Porqué no dárnoslo discretamente el martes, que nos volvemos a Barna?

J.T. pasa al asiento del copiloto con unos movimientos de contorsionista;
Frankie al verlo protesta:

-¡Eh! ¡Cuidado! Que me darás en el labio y ya lo tengo cerrado!

-Perdona. Frankie, no se que hay dentro.- Lo agita como un regalo.- Pero si Antonio lo hizo así es por que esto es un asunto muy serio. tío Jaume nos recalco que estuviera a buen recaudo antes que nadie, incluida Beth, pueda verlo.- J.T. empieza a girar el sobre, afirmando con la cabeza.- Si. Esto es serio, pero muy raro. ¿Por qué tanto misterio?

Los dos gemelos empiezan a pensar en el suceso ocurrido justo antes de ir al funeral de su querido protector y amigo.
Habían quedado a recoger al tío Jaume y a Beth en Can Tarrés.
Su tío aprovechando que Beth se iba a cambiar de ropa a su habitación, les llamó en un aparte para entregarles un enorme sobre.

Estaba nervioso y le temblaban las manos.

-Esto me lo dio Aleix en calidad de abogado. Es de Antonio. Dijo que lo abrierais cuando estéis solos y que nadie os vea hacerlo. Ni siquiera Beth.

En el presente, J.T. abre el sobre. Dentro hay dos sobres más. Uno es de tamaño normal y el resto del volumen, lo forma el segundo sobre.

En el sobre delgado se puede leer: A mis queridos “Apandadores”. El apodo cariñoso que usaba Antonio para referirse a ellos.




Una lágrima escapa del ojo sano de J.T.

-Y bien?- pregunta Frankie.

-Este va dirigido a nosotros.- J.T. levanta primero el delgado, luego muestra el grueso.- y este otro es para Beth.

Al abrirlo, de su interior sale una hoja escrita por su querido tío putativo. J.T. lee en voz alta para que Frankie pueda escucharle a través del ruido a motor fatigado de su furgoneta.

“ Mis queridos ladronzuelos:

Las reglas son claras: Beth debe saber la existencia de estos sobres cuando volváis a Barcelona. No antes. Una vez allí abrirá el sobre grande en vuestra presencia. ELLA ABRIRÁ EL SOBRE.
Hasta el momento, no debe saber nada de esto. NADA. Ahora, los únicos a tener acceso al sobre sois vosotros. Cumplid las normas y que no os venza la curiosidad.
Guardadlo en lugar seguro hasta llegar a vuestro nuevo hogar. No habléis de esto con nadie. Solo Beth y vosotros debéis saber la verdad de este documento.
Cuidaos mucho. Y proteged a vuestra prima... yo ya estaré en el pote de Cola-cao o esparcido en el pinar de mi jardín, que para el caso es lo mismo. Si la Apuesta de Pascal es acertada os intentaré proteger desde donde estoy. Si no... es cosa vuestra.

Vuestro siempre,
Antonio Morales Vega

P.D.: Esto es muy delicado y peligroso. Nada de juegos. Nadie es vuestro amigo. Repito NADIE. A.”

24 de diciembre de 2007

Feliz ? Navid... qué?

Proyecto de anuncio de Navidad para emisión en televisiones locales:

17 de diciembre de 2007

UN EMPLEO Y UN LIGUE PROMETEDORES

Angel y Pere estuvieron un buen rato trabajando en el Curriculum que el segundo debía presentar en la emisora…

Angel le había dado a Pere previamente un esquema lógico para que Pere fuese aportando los correspondientes datos.

- Datos personales
- Estudios finalizados y otros
- Relación de empleos con detalles, colocados en orden cronológico inverso
- Aspiraciones tanto profesionales como económicas en la propuesta.
- Un breve apéndice del por qué opta al puesto, sus “habilidades”…

Pere ya había tenido problemas para cumplimentar el segundo capítulo, a la hora de pretender “encajar” sus estudios…

Cuando finalizó el Bachillerato, en el Pérez Iborra, tuvo una serie de enfrentamientos con su padre. Este quería que Pere apretase para aprobar el COU y mirase de acceder a la Universidad, de cara a cursar una carrera universitaria, y siempre le había dado a entender que su ilusión sería que cursase Medicina o Derecho… A la hora de la verdad, Pere tardó dos años en aprobar el COU, si bien, su calificación final no le dio demasiadas opciones.

Finalmente, tras valorar las pocas alternativas que tenía, se matriculó en la Escuela de Turismo y cursó los tres cursos que, en su caso, fueron cuatro, al tener que repetir 3º. Al final aprobó la diplomatura y se puso a buscar trabajo. Ninguna de las Empresas (un par de Agencias de Viajes y un Hotel) en las que había colaborado durante sus estudios haciendo prácticas le ofreció un puesto de trabajo estable, por lo que se pasó un par de años “fichado” en una ETT, trabajando quince días para luego estar dos meses sin hacer nada, volviendo a trabajar una semana, haciendo de “azafato” en algún evento… sin ningún tipo de continuidad.

Por fin le había surgido el trabajo del quiosco. Nunca había llegado a pensar que éste sería el trabajo de su vida, pero la relación con Alberto y su familia era excelente; siempre le habían dado todo tipo de facilidades, sin ponerle pegas a nada. No llevaba demasiado bien el tema de los “madrugones”, pero el trato con los clientes habituales del quiosco y la gente del barrio le resultaba bastante agradable. Más de una vez se había “inventado” alguna entrevista de trabajo para no aparecer por el quiosco y pasarse el día durmiendo, o llegar más tarde de lo convenido, pero aún así, no había tenido nunca mayores problemas con ellos. Tenía que reconocer que, con frecuencia, había abusado de su confianza.

A la hora de cumplimentar los datos para el Curriculum, Angel le sugirió hacer una breve selección de los cometidos que había desempeñado, eligiendo aquéllos que podían resultar más “atractivos”, sin mencionar la contratación vía ETT, y así lo hicieron.

El Curriculum, al final y, como era lógico, no quedó demasiado espectacular, pero ambos pensaron que, para el puesto al que iba a optar, tampoco había que demostrar unas cualidades y una experiencia extraordinarias.

Imprimieron dos copias del archivo y Pere salió hacia la emisora para entregarlo.

A su llegada, se encontró en la recepción con una señorita a la que no había visto en su anterior visita. Una rubia espectacular, a la que saludó, sin poder evitar dirigir su mirada a un escote que dejaba ver una buena parte de de su pecho. Sandra, que, según supo más tarde, así se llamaba, sonrió al percatarse de la mirada de Pere, y le preguntó por el motivo de su visita.

- “Estuve ayer hablando con un señor sobre las ofertas de trabajo que tenéis, y me pidió que le trajera un Curriculum”
- “¿Con quién hablaste?”
- “Pues no sé su nombre: me parece que no me lo dijo… En realidad, hablé con dos. Parecían hermanos. El primero –con el pelo corto- me recibió, y luego estuve con el segundo, que tenía el pelo largo…”
- “Bueno, ya sé; hablaste con Frankie y con J.T. Son los dos socios de la emisora y sí; son hermanos. En este momento no está ninguno de los dos, pero seguro que no tardarán en llegar. Pasa a la salita, y en cuanto llegue uno de ellos, le digo que estás aquí”

Pere tomó asiento en la misma silla en la que se había sentado la víspera, y, mientras esperaba, sacó la copia del Curriculum y la dejó sobre la mesa.

Al cabo de unos minutos, Sandra entró en la sala y le dijo:

- “Acaba de llamar Frankie para decir que se retrasará un rato; que le ha salido una gestión fuera de la emisora; le he dicho que estabas aquí, y me ha pedido que te diga que, si no te importa, le esperes, que mirará de venir lo antes posible…”
- “De acuerdo; espero. No hay problema…”
- “Perdona; no te he preguntado tu nombre. ¿Cómo te llamas?”
- “Pere. Pere Ibars Gràcia”
- “Muy bien, Pere. Encantada. Yo soy Sandra y soy la recepcionista, aunque también me encargo de las tareas administrativas, hasta que se incorpore alguien para ello... A lo mejor acabamos siendo compañeros, ¿no?
- “Bueno; no sé; me gustaría… Estoy en el paro y me gustaría comenzar a trabajar lo antes posible… Ya sabes que el subsidio del paro no da para mucho…”
- “A mí también me gustaría, la verdad. Voy muy agobiada con las dos cosas; me ha costado, pero por fin les he convencido de que miren de contratar a alguien para el tema administrativo, porque cada día hay más cosas que hacer y yo no doy abasto…

Sandra vio el curriculum de Pere sobre la mesa, lo cogió y miró a Pere.
- “¿Es tu Curriculum, no?
- “Sí. Es que ayer no lo traje, porque entré al ver el anuncio en la portería. Por eso he venido hoy…”
- “¿Puedo verlo?
- “Sí, claro… Tu mateixa… (*)”
Sandra tomó asiento frente a Pere mientras lo leía, y, al sentarse, realizó un espectacular cruce de piernas, dejando ver a Pere un amplio panorama de su entrepierna.

Mientras Sandra leía, Pere, con un ligero disimulo, paseaba su mirada por el cuerpo de Sandra, mientras a su mente venía toda una serie de pensamientos… No estaría mal, nada mal, tener un rollo con Sandra… La verdad es que estaba buenísima. Tenía un cuerpo extraordinario y, por lo que había podido comprobar, tanto en la recepción como ahora, sentada frente a él, no parecían molestarle en absoluto las miradas que Pere le había dirigido… ¿Quién sabe?

En ese momento oyeron el teléfono de la centralita.

- “Uy, el teléfono. Perdona, Pere, voy a ver quién es…” - dijo Sandra mientras se levantaba de su asiento.
- “Tranquila, Sandra; no te preocupes. Ya me espero…” - dijo Pere
- “Por cierto, perdona que no te lo haya dicho… ¿Quieres tomar algo mientras esperas?”
- “No te preocupes, Sandra… Aunque bueno, si tienes un café, creo que me vendría bien…
- “OK, Pere, ahora te lo traigo. Mientras tanto, aquí tienes un par de
revistas, por si quieres entretenerte mientras esperas…

Pere observó a Sandra mientras salía de la sala, con especial atención a su espectacular minifalda que se agitaba al ritmo de sus pasos, dejando ver una buena parte de sus muslos.
…………


Dos horas más tarde, Pere salía de la emisora… Llevaba consigo un “pre-contrato” de trabajo como auxiliar administrativo, cargo al que se debía incorporar la semana siguiente, una vez resuelto el correspondiente papeleo… y se llevaba tambien una "primera" cita con Sandra para aquella misma tarde.

Había sido muy fácil; demasiado fácil… Cuando acabó la entrevista con Frankie, pasó un momento por recepción y se encontró con la sonrisa de Sandra que, al parecer, ya era sabedora de la decisión. Fue ella quien habló:

- “Bueno, Pere, me parece que me vas a tener que invitar a algo para celebrarlo, ¿no?”
- “Ja ja ja… pues va a ser que sí, Sandra. Y por mí, encantado. ¿Te parece bien esta tarde? ¿A qué hora sales?
- “Si quieres, pasas por aquí a las 8 y nos vamos a tomar algo… ¿Te apetece?”
- “Estupendo, Sandra. Aquí estaré. Fins després (**)”

Mientras tomaba el camino del quiosco para recoger la liquidación de finiquito que le había prometido Alberto, no podía dejar de pensar en Sandra. ¿Cómo había podido resultar tan fácil? Tenía el convencimiento de que a ella también le había gustado y la impresión de que con Sandra las cosas iban a ser fáciles… ¿demasiado fáciles? Nunca se había encontrado con una situación así… La verdad es que Pere siempre había tenido éxito con las mujeres… sobre todo al principio, o, para ser sincero, casi siempre “sólo” al principio… Al cabo de un tiempo, casi todas las mujeres de su vida se habían hartado de su egoísmo y habían acabado por romper la relación. Pensó que esta vez tenía que hacer todo lo posible para que no volviese a ocurrir.

Tras su entrevista del día anterior, en ningún momento había llegado a imaginar que 24 horas más tarde tuviese trabajo… y un ligue prometedor… El hecho de compartir el trabajo con Sandra le instaba esta vez a ser más cuidadoso, tanto en el trabajo como en su vida privada. Allí mismo, Pere se hizo el firme propósito de cambiar. Sandra le había provocado una serie de sensaciones extraordinarias así, a primera vista; y tenía que conseguir que esta relación fuese diferente de las otras. Sabía que estaba en su mano.

Cuando un rato más tarde Pere llegaba al quiosco y se encontró a Alberto peleándose con un montón de paquetes, Pere, tras el “bon dia” (***) de rigor, y casi sin esperar la respuesta de Alberto, se puso a ayudarle a ordenar las devoluciones, plenamente convencido de que esta vez lo lograría, de que Sandra valía la pena, y de que esta vez todo iba a ser diferente.


(*) Tu mateixa: (catalán): Tú misma
(**) Fins després: (catalán): Hasta luego
(***) bon dia: (catalán): Buenos días

10 de diciembre de 2007

El Duelo y las lágrimas (I)

-Bueno casi tenemos todo el personal de administración y gran parte del equipo técnico, pero todavía falta algo en el tema de lo artístico. Debemos pasar al siguiente punto... ¿Cómo lo reclutamos si la gente no viene por su propio pie?

-De hecho Kike, si que han venido, y casi podríamos decir que cientos...- mirada de reprobación de Frankie sobre su persona y J.T. cambia de rumbo.- Bueno, vale no cientos, pero casi sesenta si que han hablado delante del micrófono, esto esta yendo fatal.

-Cierto, pero no hay que desesperarse, al fin y al cabo, tampoco va tan mal, lo del asunto de La Piramide de Cristal. nos hizo aparecer entre las listas de audiencia, poco, pero aparecimos. Sin necesidad de abusar del escándalo, creo que deberíamos montar algo sonado.

-Ehemmm...

-Vale, oído y enterado Kike, nada ilegal o rozando el mal rollo con la gente del barrio, pero algo debemos hacer para que la gente hable de nosotros: El boca-oreja es el mejor sistema de poder hacer publicidad de nuestra emisora. Creo tener una posible solución... Llamar a gente conocida para entrevistarla y que participen en la radio con un programa especial dedicado a sus personas.

J.T. se pone de pie entusiasmado, empieza a dar giros sobre si y comienza a gritar:

-Ehhh! ¡Eso es bueno! Sería genial que famosos nos vinieran y que luego de entrevistarlos, les hiciéramos grabar su voz diciendo nuestro lema: “Hola soy Fulanito Tal y esto es WNCB: La radio agraciada.”- sus gestos cambian a los de uno deprimido y su tono de voz cambia.- Pero hermanito, esa gente cobra mucho y no creo que aquí- señala hacía a Kike M.- tu letrado este dispuesto a soltar cheques a diestro y siniestro. Y si solo dependemos de eso... en cuanto a llegar al numero Uno en dos años no lo veo nada fácil.

-Exacto, pero como algo especial deberíamos preparar una especie de galardones que casi todo el mundo desee tener.

-¡Jo, tío estas fatal! Te has creído que eres la Academia de la Bellas artes radiadas o algo parecido? Busca cosas que den vida a esto sin usar chorradas!

Frankie agarra por el cuello a su hermano y le empieza a gritar a la vez que lo zarandea, este a su vez agarra también del cuello de la camisa:

-Serás capullo! Siempre igual no tienes ideas y solo das paradas porque tienes el cerebro frito!.

-Siempre te crees el inteligente pero luego la cagas cuando lo pasa a la práctica! Gilipo...!

-Eh que pasa aquí? Y usted Enrique que hace pasmado mirando?

Beth estaba en el vano de la puerta vestida de cocinera y con toda la cara manchada por su escaso maquillaje. Sus ojos declaraban que había llorado, pero a la vez lanzaban rayos de rabia a todos:

-Separaos.- su voz fue casi tres octavas más grave que cualquier otro tono emitido por su garganta, y lo peor es que lo dijo casi sonriendo.

Sus primos se soltaron de inmediato. Conocían esa mirada y ese tono. No osarían arriesgarse a una segunda frase dicha con esa melodía de amenaza velada.

-Tranquila, Beth.- Ambos hermanos se soltaron y se separaron.
-Sabes que siempre estamos igual- dijo Frankie mostrando sus palmas hacía delante como ofreciéndose a una tregua.
-Que ocurre? Has llorado y es algo grave, por que ni te has vestido de calle.

Entonces la presa de la rabia se desquebrajo y un torrente de pena inundo el corazón de Beth haciéndola casi desmayarse y romper a llorar. Mientras notaba sus lágrimas caer como un río se abalanzó sobre J.T. abrazándose a él e hipando les dijo:

-Tío Antonio ha muerto...ha... ha sido hace una hora y... yo no pude estar con él....

Frankie se acerco y se abrazo a los otros dos, diciéndole a su prima:
-Shhh, vamos, vamos... Enrique. Por favor le pido que nos deje solos, ya seguiremos otro momento.
Enrique se dirige a la puerta sorprendido del cambio operado en los dos gemelos, parecían dos hombres honorables y con un gran cariño hacía su prima, a pesar de su barniz de pasotas inmaduros. Justo antes de llegar a la puerta J.T: le dijo:

-Antes que se vaya, le ruego que se haga cargo de la emisora. Nos marchamos los tres a casa. Puede que estemos de tres a cuatro días. Tiene carta blanca para contratar o intentar cualquier estrategia que se le ocurra.

-Lo comprendo. Les acompaño en el sentimiento si necesitan algo, durante la tarde estaré en mi despacho fuera de eso, pueden llamarme al móvil a cualquier hora. Buenas tardes.

Los tres se quedaron inmóviles un rato, cada uno recuperando recuerdos de su querido Tío Antonio.
Tres mentes agradeciendo a aquel hombre que sin ser de la familia los tomo como hijos y junto a sus verdaderos padres les transmitió unos valores, una ética y lo más importante: Amor.

Tenían que volver a su pueblo natal y despedirse de él.

Para Beth era mucho más que eso. Era volver para enfrentarse a sus fantasmas del pasado y luchar contra ellos. En esta ocasión no podría contar con su querido Tío, pero contaba con sus primos.

4 de diciembre de 2007

EL CANDIDATO SIN CURRICULUM


Angel y Eli acababan de abrir la enorme caja que esa mañana les habían enviado de BEEP, con el nuevo ordenador. La noche anterior, Alvaro les había anunciado que esa mañana un mensajero lo traería a casa y les había pedido por favor, que, si podían, comenzasen a instalarlo.

Estaban enfrascados con el manual y peleándose con los cables, cuando oyeron un tremendo portazo. Al cabo de un momento Pere entró en la sala y, sin decir nada, tomó el camino de la escalera, para dirigirse hacia su habitación.

Se miraron extrañados. Eli hizo un amago de decir algo, pero miró a Angel y éste se llevó el índice a la boca en señal de silencio.

Cuando Pere desapareció de su vista, Eli preguntó:
- “¿Qué le pasa a este tío? Algo gordo, porque ¡vaya manera de entrar!”

Angel se encogió de hombros.
- “Bueno, tranquila; ya nos lo contará si quiere”
-
Siguieron con los cables y, apenas habían transcurrido cinco minutos, cuando vieron a Pere que bajaba por las escaleras. Antes de que pudiesen decir nada, Pere se acercó a ellos.
- “¿Qué hacéis? ¿De quién es este ordenador?”
- “Lo acaba de comprar Alvaro. ¿No te lo habíamos dicho?” – dijo Angel
- “¡Ah, sí!, algo me había comentado…”
- “¿Y a ti, qué te ha pasado? Porque vaya forma de entrar en casa, chico…”
- “Calla, calla, que vengo hecho polvo. Alberto me ha despedido del quiosco”
- “¿Que te ha despedido…? ¿Por qué? ¿Ha ocurrido algo?
- “Ocurrir, lo que se dice ocurrir, no ha ocurrido nada… Ya os había comentado que más de una vez me había dicho que las cosas no iban bien, que no le salían los números, pero como era algo que le he estado oyendo decir desde el primer día, la verdad es que no pensaba que podía llegar a esto… Total, que estoy en la puta calle. He quedado con él en que mañana me tendrá preparada la liquidación, pero ya ves tú; total, llevaba seis meses allí, o sea que será una miseria. Y a tramitar el paro, que será otra miseria… ¡Vaya mierda!”

Angel y Eli no supieron qué decir, más allá de las frases de rigor…
- “Bueno, Pere, no te preocupes… alguna cosa encontrarás” –dijo Angel...
- “Oye, ahora que pienso… Aquí al lado, ¿sabes? donde estaba la antigua emisora de los Ferrugosa, creo que han vuelto a trabajar… Hace tiempo que he visto movidas y el otro día me dijo Beth que dos de sus primos iban a ponerla en marcha otra vez y que estaban buscando gente…” – dijo Eli.
- “Ah, ¿sí? Pues no lo sabía… ¿Y dices que están buscando gente?
- “Sí… Hace días pasé por allí y había un cartel en la portería, que decía que buscaban locutores, un conserje, un administrativo, un técnico de sonido, y personal auxiliar… Quizá valga la pena que te pases por allí a ver, ¿no?
- “Hombre, pues me acercaré a ver… Claro que, por lo que dices, supongo que la cosa estaría entre lo de conserje y lo de administrativo… Y me temo mucho que pagarán cuatro duros por trabajar un montón de horas…
- “Bueno, Pere, pero me parece que tampoco estás en condiciones de exigir demasiado… En fin, tu mateix…” (*)
- “Bueno, sí… supongo que tenéis razón. Pues mira, como me parece que esto me ha quitado el apetito, me voy a acercar a ver… ¡Hale, fins després! (*). Ya os contaré a la tarde…”
- “Vale, Pere; que tengas suerte”

Pere salió de casa, mientras Angel y Eli volvían a organizar las tomas y los cables que habían dejado sobre la mesa.

- “¿Tú crees que tendrá alguna posibilidad?” -preguntó Angel.
- “No sé, pero me da la impresión de que, si no cambia mucho, en el caso de que le den una oportunidad, va a durar cuatro días, porque con la jeta que tiene…”
- “Hombre, no sé exactamente lo que buscan, pero el “NO” ya lo tiene, y quién sabe si lo que le ha pasado no le sirve de lección, para cambiar…”
- “No sé, Eli… Me sabe mal, la verdad; pero conozco a Alberto, el quiosquero, - ya sabes que es amigo de mi hermano-, y me da la impresión de que, si ha hecho esto, quizás sí que algo habrá tenido que ver el tema económico, pero, por lo que me había comentado a veces, estaba bastante hasta el gorro de nuestro amigo… Como sabía que vivíamos juntos, más de una vez me había preguntado por él… porque se ve que llegaba cuando le parecía bien, se montaba excusas cada dos por tres para marcharse antes de la hora… Alguna vez me había dicho que, si Pere fuese un poco más cumplidor, la mitad de sus problemas estarían solucionados, porque la ayuda que recibe de su mujer y de su hijo es muy limitada, ya que ambos tienen sus obligaciones y pueden ayudarle muy poco… Alberto es un tío majísimo. Ten en cuenta que toda su vida ha trabajado de informático, pero en la última empresa que estuvo –una multinacional- pues pasó lo típico: reducción de personal… y ¡a la puta… calle! Lógicamente él, su familia y sus amigos pensaron que no pasaba nada, que un profesional de su experiencia no tendría ningún problema para estar trabajando en cuatro días… pero lo que ni él ni nadie sabe hasta que se encuentra con ello es que en este país hay un tema crucial. La inmensa mayoría de empresas, a la hora de coger a gente, valoran el tema de la edad más allá que muchos otros datos. Que tienen una política que dice que, si has pasado la cincuentena, eres viejo y ¡hale!, “ajo y agua”… Así que, al cabo de unos meses en el paro, encontró lo del quiosco y pensó que era una posibilidad de convertirse en “empresario”, y no depender de nadie… Pero se ha encontrado con toda una serie de dificultades con las que no contaba en principio, entre ellas, los abusos de las distribuidoras, que, por lo que me ha contado a veces, putean a los quiosqueros de mala manera… Conociendo a Alberto, estoy seguro de que le ha costado mucho tomar la decisión de prescindir de Pere, pero que no ha tenido más remedio… No sé; ya hablaré con él, a ver qué me cuenta…”
- “No me extraña, Angel. Con lo jeta que es nuestro amigo para las cuatro tareas que nos repartimos en casa, no veo yo que tenga otra actitud en el trabajo… Si eres un jeta, lo eres para todo, me imagino…”
- “Sí, supongo que sí… En fin, ya veremos…”

Mientras Angel y Eli continuaban comentando lo ocurrido, Pere se acercó a la sede de la emisora. Vio el cartel en la portería, del cual alguien había tachado lo de “conserje”.

Subió hasta el ático y llamó. La puerta se abrió y entró en la recepción. Vio un joven que se acercaba y, antes de que dijese nada, Pere saludó:

- “Bon dia, venía por lo del anuncio de personal…”
- “Ah, muy bien, pasa a la salita…”
















Entró en la sala indicada, y al cabo de un momento, accedió a la misma otro joven. Si no fuese por el pelo, diría que era el mismo que le había recibido. Su rostro era realmente idéntico. Seguramente eran hermanos… y gemelos.

- “Hola, bon dia. Soy Frankie, socio de la emisora” Me ha dicho mi hermano que vienes por lo de las ofertas de trabajo… ¿Cuál de ellas es la que te interesa? Por cierto, que el puesto de conserje ya no está vacante; precisamente ayer contratamos a uno…”
- “Bueno, en realidad, era una de las cosas que me podían interesar; aunque he visto que también buscáis personal administrativo…”

La entrevista duró apenas diez minutos. Pere hubo de explicar que no llevaba su curriculum porque justamente pasaba por allí, y, al ver el anuncio en la portería había pensado en mantener un primer contacto; que les llevaría su CV al día siguiente, si veía que existía alguna posibilidad… Frankie le dijo que, una vez lo recibiesen, le llamarían para una segunda entrevista, en la que le darían más detalles sobre el puesto, la oferta económica y demás…

Pere salió de la emisora pensando en pedirle a Angel que le ayudase a preparar un Curriculum, ya que la realidad era que nunca había llegado a redactar uno… Había pensado en ello en numerosas ocasiones, pero siempre lo dejaba al constatar qué pocas cosas de interés podía incluir. Estaba seguro de que el salario que le podían ofrecer no sería gran cosa, pero, de momento, tenía claro que, llegado el caso, no tendría más remedio que aceptar la oferta, dadas las circunstancias…

Pensaba también que su situación era algo que se había ganado a pulso. Tenía que reconocer que Alberto y su familia eran una gente estupenda; que siempre le habían tratado muy bien, mucho mejor de lo que, honradamente, él se había merecido. Le habían tolerado un día sí y otro también, y sin apenas reproches, su falta de formalidad y sus continuos retrasos. Llegó a la conclusión de que tendría que cambiar; que, si seguía así, las cosas iban a ir de mal en peor y, mientras caminaba hacia casa, una vez más, se prometió a sí mismo rectificar.


(*) tu mateix: catalán tú mismo
(*) fins després: id. id.: hasta luego

Iluminado por la oscuridad

-Amadeo! Tienes una llamada por la Línea Uno. -Dijo la secretaria a través del intercomunicador.

-¡Que familiaridades son esas! ¡Que yo sepa no hemos comido del mismo plato Srta. Menéndez! Recuerde su lugar en esta empresa- ruge Burgués III al interfono.

-Si... si, señor... disculpe usted. Tiene la llamada en espera por la Uno, señor presidente.-El tono de Mónica es de alguien asustado y de impotencia.

Amadeo esta furioso; cuando esta en ese estado siempre huye de la realidad escudándose en su fortaleza, ya fuera la económica, física o laboral. Con Mónica había usado las tres; Era su jefe y amante. La noche anterior casi la había golpeado después de cenar cuando esta intentó que se fueran a casa de ella para...

Estaba histérico y sigue estándolo.

Lleva casi cinco semanas estudiando el legajo de papeles mecanografiados que había sacado de esa dichosa caja de caudales escondida por Expósito décadas atrás.

Recordó la frase que le repetía su abuelo:
"Cuando Leandro es el responsable de algo, nada es lo que parece."

Aquel maldito documento no se entendía para nada. Se había pasado todo el tiempo posible, leyéndolo una y otra vez, pero no lograba sacar nada en claro.

El texto en realidad era un cuento protagonizado por una tal Laura: Empiezaba desde el primer día que aprende andar hasta el día de su boda con un tal Ernesto.

Solo en las dos últimas paginas, había una retahíla de números como si formarán parte de una formula matemática.

Necesitaba ayuda de alguien que pudiera saber en que código estaba cifrado ese galimatías... ¿Pero quién?

Al fin, y a pesar de no tener ganas de hacerlo, decide contestar el teléfono que insiste en romper su concentración.

-¿Si?

-¿El señor Burgués?

La voz es de un hombre de edad incierta, aunque da por seguro que no pertence a alguien joven.

-Claro que soy yo. ¡Imbécil! ¿Quién cree que se atrevería a coger el teléfono del despacho presidencial en mi ausencia? Quién es y qué quiere?

-Señor Burgués, mi nombre ahora no es importante.Soy un gran conocedor del trabajo llevado a cabo por su abuelo. Así pues, yo...

-No tengo tiempo de zarandajas, él murió hace años. Si no le importa tengo mucho traba...

-Muy bien... Veo que el hecho de ser un asesino no afecta su vida pública ni a su temple, no es cierto?

-De qué esta hablando?- su voz ha temblado un milisegundo, pero le ha parecido una eternidad. ¿Quién es ese hombre?

-Claro, claro. El paquete que metió en el interior de la caja fuerte eran bombones para agradecer a sus colaboradores la gran labor realizada.

Toda su espalda reacciona como si fuera un pararrayos en uso. ¿Cómo podía saberlo? No sobrevivió nadie, excepto una persona. Sólo él.

-No le entiendo, ¿De qué caja fuerte me habla?

-La que su equipo de profesionales encontró y que luego hizo volar por los aires.

Mierda! Lo sabía todo. ¿Pero... Cómo?

Traga saliva e intenta mantener un tono firme y sin reflejar un pavor que empieza a desbordarse. Para evitarlo decide jugar la carta que usó con la policía y los medios de comunicación.

-Esos profesionales no eran solo unos colaboradores del proyecto que mi empresa patrocinaba. También eran unas personas maravillosas que tuvieron un terrible accidente. Perdón... Que tuvimos: Le recuerdo que yo casi muero en esa explosión, pero se demostró que fue el experto en explosivos quién falló en calcular la cantidad necesaría para una operación de recuperación...

Su tono es patético y suena de lo más falso, pero lo ha logrado, no le ha temblado la voz.Cuando acaba su discuso solo le responde el silencio.

Un silencio aterrador y nada más. Un segundo, dos segundos, tres segundos... Unos aplausos secos y pausados emitidos a lo largo de la línea telefónica y una risa grave rompen el mismo y la cordura de Amadeo.

Esta es casi sincera y franca, si no fuera por la frialdad que la envuelve, uno se creería que es de verdad.

-Bravo! Ja, ja, ja... Bravo, señor Burgués! Es merecedor de un Oscar. Seguro que los investigadores se tragaron hasta la caña.-Un ruido de alguien tecleando un ordenador suena de fondo- Ahora es usted quién me hace perder el tiempo con... como lo llamó?... zarandajas? Por favor, señor Burgués abra la bandeja de entrada de correos de su cuenta.

-¿Cree que me da miedo?- otro temblor en su voz, Maldita sea!- No voy hacer nada, excepto colgar. Si sigue con esto voy a pedir que rastreen la llamada y le aseguró que la polic...

Del otro lado solo se oye aquel silencio terrible. De pronto, unas voces lejanas, posiblemente grabadas en algún medio digital, empiezan una conversación que provocan en Amadeo un temblar de pies a cabeza; Su propia voz estaba al otro lado del teléfono.

-Pero... qué???

Abrió su correo electrónico dándole un golpe al teclado de su ordenador.


En él encontró un mensaje sin remitente y con el asunto: “ Amadeo Bad Boy”

Su dedo tiembla una vez más cuando pulsa el botón.

En el mensaje hay un documento adjunto de video. Hace clic en el icono y al abrirse este, Amadeo entra en caída libre hacía el pánico.

Ese archivo de video contiene una grabación hecha por una cámara oculta.

Todo loque ve asusta a Burgués, cree conocer el final del cortometraje: La escena ocurrió hace seis meses.

En un bar cerca de la Estación de Francia, Amadeo esta hablando con un hombre de facciones rudas. La conversación no se oye claramente, pero es evidente que es acalorada, tensa y versa sobre negociaciones. En pocos segundos, la cámara capta un intercambio de objetos: Amadeo entrega una tarjeta de crédito al hombre y este le da un paquete del tamaño de una caja de zapatos.
Amadeo se levanta y se va, el hombre se queda apurando una cerveza que casi ya esta vacía. Al rato,coge el móvil y llama a alguien, segundos después se oye otro móvil sonando al lado de la cámara:

-Diga- la voz esta distorsionada por un aparato electrónico.

-Ya he hecho la venta. Ha pagado con lo acordado. Tengo dos horas para “vaciarle”. Tal y como acordamos el tipo rico denunciará el robo de la tarjeta. Así su seguro nos pagará la mercancía.

-Perfecto.¿Cuánto había en la caja?

-Unos cinco kilos, creo que es suficiente para lo que quiere hacer.

Amadeo esta modiéndose la tercera uña, casi arrancando de cuajo el dedo de su mano.
La voz reaparece de la oscuridad del silencio, para darle otro mazazo.

-El video, demuestra que la denuncia por robo hecha por usted, Amadeo Burgués es un montaje. Además, también expone como realiza una compra de explosivos ilegalmente. Y por si fuera poco, tengo en mi poder su tarjeta de crédito.

Le tenía pillado... pero cómo dijo no sabe quién: Miente y sigue negándolo todo.

-Eso puede ser un montaje y no es suficiente para que me pueda chantajear.

-Es posible, pero si le digo que el explosivo comprado“presuntamente” por usted y el usado “presuntamente” por su experto en explosivos es el mismo, que en la tarjeta hay las huellas del "presunto" ladrón y las suyas própias... Influirá en su decisión?

-Que decisión? Usted pretende chantajearme y cree tener algo para hacerlo. Todo eso es falso.- “Usa un farol, estúpido” pensó Amadeo- Voy a colgar. Buenas noches.

Antes de que pudiera mover su mano, el hombre del otro lado, dijo algo que congeló su corazón y su mente encendió todas las alarmas.

-“Laura agitaba su cara orgullosa. Sabía andar sin ayuda de nadie.
Avanzaba muy erguida, ladeándose de izquierda a derecha, estaba tan contenta que no paraba de reírse. Sus padres demostraban su amor diciéndole como lo tenía que seguir haciendo, para no caerse”

- ¿Có... Cómo dice?

-Decía que en realidad para Leandro, eso significaba otra cosa. ¿Me va escuchar ahora, señor Burgués III?

Aún aturdido solo llego a pronunciar:

-Pero, cómo lo sab...?

-Sencillo: los números no son una formula, es la forma de saber el mensaje verdadero, el producto es la línea de escritura, el primer número dentro el paréntesis es la palabra y los siguientes, las letras que si importan. Si lo hace así, tenemos que en el primer párrafo del cuento se puede leer...

Amadeo tardó un poco en reaccionar, pero allí estaba, descifrando el documento siguiendo las instrucciones de alguien que le había chantajeado primero y ayudado después. El resultado era el mismo que le había dicho el hombre misterioso. Era increíble.

1=(1x1)-(2x1)-(3x1)-(4x1)-(5x2)-(6x1)-(7x1)-(8x1);
2=[1x(1x2x3)]-(2x1)-(3x7)-(4x1)-[5x(1x2)]-(9x5);
3=(1x1)-[3x(1x2)]-[5x(1x2x3)]-[9x(1x2)]-(10x1);
4=[3x(1x2)];

Laura Agitaba Su Cara sOnrrosada. Sabía Andar Sin ayuda de nadie.
aVANzaba Muy erguidA Ladeándose DE izquierda a derecha, estaBa Orgullosa y EStaba tan CONtenta que no paraba DE Reirse. sus padres demostraban su amor diciéndole como LO tenía que seguir haciendo para no caerse”

Eso se traducía en:

“Las cosas van mal, debo esconderlo...”

-Bien ahora creo que por fin he logrado lo que quería de usted desde el principio, señor Burgués.-Silencio y de pronto- Que me preste atención y escuche.