29 de octubre de 2007

ANGEL, ELI Y LOS OTROS

Tenía que hacerlo, sí. Sentado en el sofá, sosteniendo en su mano el mando a distancia, mientras pulsaba el botón que le llevaba por las diferentes páginas del teletexto, Angel tomó la decisión en ese instante. Y en ese preciso momento sintió que algo parecía removerse en el interior de su pecho.

Era su vida y, simplemente, se había cansado de vivirla. ¿Qué sentido tenía continuar? A él nadie le había pedido permiso para ponerle ahí, en medio de esa vorágine de intereses que le sobrepasaban. Y en cualquier caso, alguien tendría que haberle hecho de otra manera, o quizás, haberle puesto en otro mundo diferente.

La cuestión era cómo hacerlo. Tenía que pensar en buscar una fórmula lo más discreta posible, y, mientras tanto, debía mantener una actitud normal, sin llamar la atención a sus compañeros.

Le preocupaba Eli. Entre todos cuantos compartían la vieja casona de Gracia que ocupaba el grupo, era ella a quien sentía más cerca, la que se mostraba más interesada en hablar con él, en preguntarle cómo estaba, en ofrecerle su compañía.

Eli había ido a vivir a la casa unas pocas semanas más tarde que él. Y rápidamente, sin quererlo, entre ambos había nacido una relación de complicidad que les llevaba con frecuencia a mantener largas conversaciones sobre música, cine, libros… y esos momentos eran lo mejor que le había pasado desde su ruptura con Yolanda, hacía apenas tres meses.

En muchos de esos momentos había pensado que algo estaba pasando entre los dos; que había demasiadas coincidencias entre ellos, a la hora de mostrar sus gustos y preferencias, que aquello podía conducirles a una situación que posiblemente le resultase difícil de sobrellevar, sobre todo teniendo en cuenta la aparente relación de Eli con Alvaro, otro compañero de la casa.

Le vino el recuerdo de aquella tarde de Agosto en que estaba solo, escuchando “Puente sobre aguas turbulentas” de Simon y Garfunkel en su viejo tocadiscos. En ese momento entró Eli y se quedó en la puerta, mirándole. Nunca supo el tiempo que había permanecido allí, en silencio, pero cuando acabó la canción, oyó a Eli decir: “¡No me lo puedo creer! ¿De dónde has sacado ese disco?” Angel apenas pudo decir que se lo había regalado su hermano, y Eli comenzó a hablar a toda velocidad diciendo que era su canción favorita, que uno de los primeros ejercicios que se había auto-impuesto cuando empezó a estudiar inglés fue traducir su letra y que no se podía imaginar que Angel lo tuviese.

Después de aquella tarde, habían compartido muchas otras y casi siempre, a la hora en que Eli debía marchar hacia su trabajo en una Residencia de ancianos, casi siempre de noche, le pedía a Angel que pusiese el disco, para escucharlo una o dos veces, antes de salir de casa tarareando el estribillo de la canción.

Angel se preguntó si debía hablar a Eli de su decisión, pero rápidamente llegó a la conclusión de que no debía hacerlo, que eso sería crearle un compromiso sin sentido, así que apagó la televisión y conectó la radio para escuchar el programa del Club de las Noches en Vela, que esa tarde tenía previsto ofrecer una entrevista a Colin Mac Gregor, de Apple, sobre los nuevos ordenadores Macintosh que estaban a punto de lanzar al mercado…

Tras escuchar la entrevista, que le reafirmó en su positiva opinión acerca de los Mac, algo sobre lo que tantas veces había discutido con Yolanda, salió de casa a dar una vuelta y comprar un par de pizzas para la cena, tal como había quedado con Alvaro por la mañana.

4 comentarios:

Blackjoker dijo...

Bienvenido a bordo Juanma. Espero que disfrutes de tu nuevo blog.Besos a todos.BJ.

Juan Manuel dijo...

Gracias por tu mensaje, B.J. Intentaré mantener una cierta regularidad en las aportaciones... La idea me gusta mucho, así que acepto la bienvenida encantado.

dalr dijo...

Ole, ole! Ya está la cosa en marcha. A ver si me animo pronto a escribir que a la que uno se descuida te plantan un post nuevo que te complica el llevar a cabo las ideas que tenías para el tuyo...

Juan Manuel dijo...

Tranquilo, Dalr, que tú puedes...
Hoy he puesto otro post, así que me toca disculparme por si te lo he complicado más... Venga, hombre, no te hagas de rogar...