6 de noviembre de 2007

LA CASA DE LOS LIOS

Alvaro entró en casa silbando. Encendió la luz del pasillo y se dirigió hacia el salón. Le extrañó que no hubiese nadie en casa a esas horas, pero supuso que no tardarían en llegar. Sabía que Eli no trabajaba esa noche y no recordaba que le hubiese dicho algo sobre lo que pensaba hacer.

Entró en la cocina y abrió el frigorífico. “Bueno –pensó-, al menos ha hecho la compra; que últimamente esto daba pena verlo…” Se sirvió una cerveza y fue a sentarse en el sofá del comedor.

Llevaba apenas diez minutos sentado, haciendo zapping con el mando a distancia cuando oyó que se abría la puerta y a continuación, una escandalosa carcajada de Eli al entrar.

Pere, Neus, Angel y Eli aparecieron en el comedor con cara divertida.

Tras el intercambio de los “hola” de rigor, Alvaro preguntó:
“Bueno, me contaréis el chiste, ¿no?”

Eli se acercó a Alvaro y le dio un ligero beso en los labios. –“Es que Pere es la “pera”…- comentó sonriendo-. Esta mañana me he encontrado con Beth en el mercado -ya te contaré- y resulta que él conoce a sus primos, una pareja que se ha instalado en su casa; unos elementos de cuidado… Fueron compañeros suyo en COU, en el Pérez Iborra, y no veas cómo se las gastaban. Fíjate cómo serían que un profesor llegó a pedir la dimisión por no poder aguantarlos más… Se ve que montaban unos cirios en clase que eran demasiado… Ya te he contado alguna vez cómo se las gastaban en ese cole en cuanto a la disciplina, las formas y tal… Pues ellos se creían los reyes del mambo y una vez incluso llegaron a promover una huelga de alumnos… en contra del uso del uniforme. El “amigo” Casas, el Director, que ya los tenía “fichados” por hazañas varias, les expulsó del colegio, pero ellos no sé lo que le contarían a su padre, que éste montó un escándalo, con cartas a la prensa, y al final pactaron la readmisión. Bueno, pues los amigos Frankie y J.T., una vez readmitidos, sin decirle nada a su padre, pasaron olímpicamente de ir a clase, y llegaron a ligarse a una de las secretarias para falsificar las notas… El problema fue cuando se presentaron al examen de selectividad. La cara de los profesores y de los compañeros cuando les vieron entrar en el examen se ve que fue algo de cómic… Y ellos, tan panchos, discutiendo con todo el morro con la que pasaba las listas de alumnos, y afirmando con total seriedad que ellos no tenían por qué pagar un error administrativo del colegio, o de alguna de sus secretarias…”

Alvaro, que había escuchado a Eli sin demasiada atención la interrumpió.

“Vale, vale; luego me lo acabáis de contar. Ahora vamos a ver si nos ponemos al día en temas de intendencia. Pere: ¿no te tocaba a ti esta semana limpiar el baño y la cocina? Lo digo porque está todo hecho una mierda. Y así no podemos seguir. O colaboramos todos, o yo tiro la baraja y me largo. Que no es la primera vez que pasas olímpicamente de hacer tus “deures” (*); que tienes un morro que te lo pisas, vamos”

“Es que…” Pere intentó decir algo, pero Alvaro le interrumpió gritando:

“Mira Pere, ¡ni “es que” ni hostias! Eres un vividor y no pegas ni golpe. Y ya estoy harto de que vivas del cuento y del trabajo de los demás. Que ya me he enterado que el mes pasado le pasaste los trastos al buenazo de Angel para que te hiciese los “deures” (*) Y cambio mi amenaza; Yo no pienso largarme por un jeta como tú. O te pones las pilas, o te buscas otro sitio para vivir. Y esto sí que es un ultimátum. ¿Vale? “

Eli se acercó a Alvaro con un tímido: “Alvaro, cariño…”, pero Alvaro la interrumpió:
“Mira Eli, no me vengas con historias. Lo hemos hablado muchas veces. Aquí no hay sitio para los “jetas” Y tú toma nota también que, desde que te dije que hicieses la compra hasta que te has dignado hacerla, han pasado cinco días, y esto no puede seguir así. Así que, o colaboramos todos, o este rollo se va a la mierda. Bueno, yo me voy a dar una vuelta y mientras tanto os ponéis de acuerdo para acabar con el cachondeo” Apa, ¡Adéu!”

Alvaro salió de casa dando un portazo, mientras el grupo se sentaba en silencio.

Eli miró a Angel y le pidió: “Angel, di algo, anda…”

Angel carraspeó y comenzó a decir: “Bueno, yo no soy el más indicado; al fin y al cabo soy un recién llegado… Me sabe muy mal que Alvaro se haya puesto así, pero creo que algo de razón tiene… Y no lo digo por el hecho de que, a veces, Pere me pida que le haga su turno de limpieza, -que no me importa hacérselo si puedo-, sino porque creo que hemos de colaborar todos…”

Neus intervino: “O sea, que no ha sido una vez solamente, por lo que veo… A mí también me lo has pedido más veces. A ver, Pere: ¿Me quieres decir cuándo coño ha sido la última vez que has hecho la limpieza? Porque me da a mí que te estás pasando, ¿no?”

Pere, rompió su silencio para decir: “Pero bueno, ¿qué os pasa? Sí, reconozco que algunas veces pido a alguien que me haga el turno de limpieza, pero tampoco es para ponerse así, digo yo… “

Neus le interrumpió: “Mira, Pere; tómatelo como quieras, pero, reconociendo que quizá Alvaro se ha pasado en el tono, en el fondo tiene toda la razón. O sea que ya lo sabes…“

Pere se levantó, cogió el bolso, que había dejado sobre la mesa, se encaminó hacia la puerta y mirando a Neus dijo: “No sé lo que os pasa hoy, pero no voy a aguantar más broncas. Si queréis que me largue, me lo decís claramente, y se acaba la historia. Ahora el que se larga a dar una vuelta soy yo, que ya está bien de aguantar malos rollos”

Tras la salida de Pere, Neus, Eli y Angel permanecieron un rato en silencio. Fue Neus la que lo interrumpió para decir: “Pues habrá que decírselo, porque estoy empezando a pensar si las “hazañas” del Pérez Iborra que nos ha contado son de los primos de Beth, o son suyas, o quizá de los tres, porque nuestro “amigo” Pere tiene un morro que se lo pisa el tío…”

Neus se levantó y se acercó al tocadiscos diciendo: “Bueno, ya está bien. Vamos a relajarnos un rato y esperar que las aguas vuelvan a su cauce… eso sí, bajo un maravilloso puente…”

De inmediato, las notas de la canción “Bridge over troubled water” llenaron la sala y la tensión vivida por los tres amigos en los últimos momentos pareció desvanecerse milagrosamente…


(*) en catalán: “Deberes”

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